Se puede entender que la neurociencia ofrece un nuevo enfoque a la educación si se comprende que una relación directa entre ambos campos de investigación solamente puede existir a través de un tercer medio o lenguaje traductor entre ambas disciplinas. Bruer (1997), explicó que un salto desde la biología hasta la educación merece de un puente que al momento lo visualizó como algo muy lejano (Blake y Gardner, 2007). Sin embargo, las nuevas tecnologías elaboradas para la investigación en la biología y medicina han proporcionado avances importantes para la comprensión del desarrollo humano en todos sus aspectos biológicos y mentales. Más aun, en la Neurociencia Educativa se integran la psicología para comprender la mente y el comportamiento; y la pedagogía que se encarga de optimizar las maneras para enriquecer el desarrollo del sistema cognitivo del individuo (Szucs y Goswami, 2007). En la parte superior de esta página se puede observar un diagrama de Venn, (Tokuhama-Espinosa, 2010), de cómo emerge la Neurociencia Educativa a través del solapamiento de estas tres ramas: Neurociencia, Pedagogía y Psicología.
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La iniciativa para desarrollar el campo entre la Neurociencia y la Educación se ha tomado de manera internacional. En el año 1999 la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE por sus siglas en ingles) lanzó el proyecto de "Investigación en Ciencias del Aprendizaje y Cerebro" ("Learning Sciences and Brain Research"). El propósito de este proyecto fue motivar la colaboración entre las ciencias del aprendizaje y la investigación sobre el cerebro y la colaboración entre los investigadores y legisladores (OCDE, 2007).
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